El gobierno comienza el lunes el despliegue territorial de la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) que, hasta ahora, se limitaba a la sede central de la Zona Franca barcelonesa y en las delegaciones de Girona, Lleida y Tarragona. Con la puesta en marcha de la oficina de la calle Juan de Austria de Poblenou se inicia la expansión de la agencia con quince oficinas que el 1 de septiembre deberían estar en funcionamiento en Terrassa, Sabadell, Granollers, Sant Feliu de Llobregat, Vilafranca, Mataró, Manresa, Vic, Santa Coloma de Farners, la Bisbal, Figueras, la Sede, Reus y Tortosa.

La agencia se recaudará todos los impuestos propios o cedidos, desde las deudas pendientes con la administración, como las sanciones de tráfico o las deudas con los ayuntamientos, hasta la gestión directa de los impuestos cedidos que hoy también liquidan los registradores de la propiedad -transmisiones patrimoniales (ITP), actos jurídicos documentados (AJD) y sucesiones y donaciones (SD) -. Las oficinas también deben ser la base de una futura hacienda catalana.